WL-9002 transita por las calles en busca de algo...

WL-9002 transita por las calles en busca de algo, pero aun no sabe que. Sus piernas que se mueven por fricción hidráulica siguen las coordenadas con cautela; su propio pero indescifrable rumbo. La ciudad que percibe a través de sus receptores ópticos parece cada vez más algo llamado casa, sus sensores auditivos carecen de conciencia, pero pueden entender que algo diferente pasa en esta nube de luces y concreto.

Su unidad central o “cerebro”, parece percibir cada vez más las sensaciones humanas.

- Es algo inverosímil para una máquina – afirma su creador en voz baja, mientras se seca la frente con una servilleta. Sus manos sudorosas, agarran una herramienta algo rudimentaria (en un extremo tiene un asa cilíndrica amarilla, hecha en un material algo blando por fuera y en el otro una pequeña lanza de metal). Se acerca lentamente a su “cerebro” apuntando firmemente con la punta de la lanza hacia un pequeño agujero en la parte posterior de la cabeza de WL-9002.

Después de casi tres horas y media de estar haciendo múltiples análisis y escaneos de su unidad central, de haber desbaratado por completo su cerebro, y haber corroborado que cada pieza estuviera en su lugar, algo sin precedentes estaba por ocurrir, algo que ni el mismo creador podría predecir ni squiera con todos estudios en biomecánica y física quántica. Sucedería algo que cambiaría el rumbo de la historia…